La actividad de este primer bloque consiste en plantear una actividad de
comunicación oral en grupo atendiendo a la edad de los alumnos y especificando
el tratamiento que se le dará a toda la clase y, en especial, a dos niños: uno
que no participa en los diálogos orales y otro que no respeta, no escucha y
habla continuamente para imponer su punto de vista.
Tema:
El tema que he elegido para esta actividad es la televisión.
He escogido este tema porque la televisión forma parte de nuestra vida
cotidiana, así como de la de nuestros alumnos. En ella abunda una gran variedad
de temas de actualidad que podemos ver en distintos programas, series y
películas y, que por tanto, les influye de manera directa en muchos sentidos,
imitando, cuestionándose, comentando y juzgando todo aquello que ven en ella.
Edad a la que va
enfocada la actividad:
He decidido trabajar esta actividad con niños de 5º de primaria, ya que me
parece una edad en la que están en contacto constante con diferentes tipos de
tecnologías y tienen conocimientos y medios suficientes como para poder tratar
un tema de actualidad como este y debatirlo en grupo compartiendo sus opiniones.
Además, es a partir de los 9-10 años cuando se
introduce la comunicación oral planificada en debates y coloquios, por lo que
me parece una edad adecuada.
Para realizar esta actividad primero necesitamos crear unas normas de
debate y facilitar, de esta forma, la intervención de los participantes y un
intercambio de opiniones de forma cordial y educada.
- En primer lugar adaptaremos la clase de tal manera que todos podamos
mirarnos mientras se desarrolle el debate y facilitar así la comunicación.
- Para tener la palabra deberemos levantar la mano, y así respetar los
turnos de cada uno sin interrupciones.
- Respetaremos en todo momento las opiniones del resto de nuestros
compañeros.
- No elevar el tono de voz para que el debate sea tranquilo y no dar lugar
a conflictos.
Desarrollo de la actividad:
Una vez bien entendidas las normas comenzaremos el debate con una serie de
preguntas que escribiré en la pizarra para que todos puedan tenerlas a mano y
puedan ir pensando argumentos y opiniones.
Las preguntas serían las siguientes:
- ¿Cuántas
Horas ves de media la televisión?
- ¿Tienes
un horario establecido para ver televisión?
- ¿Cuántas televisiones tienes en casa?
- ¿Es obligatorio ver sólo programas, series o películas adecuados
a nuestra edad?
- ¿Creéis que la televisión es un buen medio cultural?
- ¿Creéis que es adecuado ver la televisión con mucha
frecuencia?
- ¿Es necesario un control de la programación que veis
en la televisión?
Después de ver las preguntas escritas y comenzar a responderse cada uno de
ellos en su cabeza, el moderador, que podrá ser uno de los mismos alumnos o el
profesor, dará paso a aquellos que levanten la mano para responder por orden a
cada pregunta.
El objetivo de las tres primeras preguntas formuladas sería hacer un toma
de contacto con el tema en cuestión, que ellos hablen entre sí sobre lo que
hace cada uno, el tiempo que invierte, etc. En cuanto al objetivo de la
siguiente tanda de preguntas, será el de crear un pequeño debate en el que
todos los miembros posibles puedan participar y expresar sus opiniones,
manifestando de esta manera si están de acuerdo, si no lo están, y por qué.
Después de dedicar un tiempo determinado a cada pregunta y haber intercambiado
todas nuestras opiniones de acuerdo a las normas establecidas previamente,
intentaremos entre todos sacar una reflexión sobre todo aquello de lo que hemos
debatido.
Tratamiento para el
niño que no participa en los diálogos orales:
En el caso de que alguno de los niños de la clase no participara de forma
activa en el debate y en los diálogos en sí, debemos en primer lugar saber cómo
es el niño o la niña. Si es tímido/a será importante no ejercer presión sobre
él/ella, sin ponerle en situaciones comprometidas que puedan hacerle sentir
incómodo. Además, debemos reforzar positivamente su autoestima, animándole a
que intervenga y haciéndole sentir miembro y partícipe de la discusión y del
grupo en general. En caso de que el niño esté desmotivado y esa sea la causa de
que no participe, podemos preguntarle qué piensa él, dejándole cierta libertad
para contestar y así no poner barreras que puedan seguir desmotivándole.
Tratamiento para el
niño que no respeta, no escucha y habla continuamente para imponer su punto de
vista:
En el caso de que haya un niño que esté molestando e interfiriendo en el
ritmo del debate, tendremos que buscar soluciones dependiendo de cuál sea el
problema y cuáles sean sus motivos para obstaculizar el ritmo de la clase. Si
el aburrimiento es la causa de molestar, podemos hacer el debate más
entretenido en forma de concurso o juego de patata caliente, y que de esta
manera todos estén motivados y con ganas de seguir realizando la actividad.
Si el alumno está hablando continuamente, le propondremos si quiere ser
moderador del debate y así le daremos un rol que quizá sea bueno para se ponga
en la piel del profesor y observe la situación desde otra perspectiva.
Evaluación:
La forma de evaluación que tendrá esta actividad será mediante una rúbrica.
En esta, aparecerán distintos campos y objetivos que se pretendían con este
debate y una puntuación de 4 al 1, siendo la más positiva 4 y 1 la menos
positiva. Le repartiremos una rúbrica a cada uno para que puedan autoevaluarse
y piensen cómo han trabajado, aquello que deberían mejorar, y aquello que hayan
hecho bien en la actividad.
Webgrafía:
Apuntes del bloque 1
Hola Álvaro, me parece un tema muy interesante de tratar con los niños, además creo que pueden sacar alguna enseñanza.
ResponderEliminarEl tema que he propuesto yo para mi actividad roza un poco por la tangente el tuyo, ya que habla sobre la tecnología y el uso o aplicación de esta en el día a día.
Estoy contigo con que la tecnología es algo cada vez mas importante en nuestras vidas :)
Tal vez una pregunta que yo añadiría en clase sería:
- ¿Qué programas os gustaría que echaran más veces por la tele?
Un saludo.
Está muy bien. Ten en cuenta que un debate implica partir de posturas opuestas mientras un diálogo permite más variedad de posturas.
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